Era como una charca pero muy, muy grande. Dentro había gente refrescandose y vehículos acuáticos y otros perritos dando paseos.
Los humanos le llaman MAR, pero para mi es una charca grande, de la que no me dejan beber.
El agua no está mala del todo pero esos dos no dejan que beba de ella.
Cristina intentaba meterme en el agua, pero yo, que soy más lista que ella no quise...
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