El domingo 29 de enero, con un verdadero día de perros (meteorológicamente hablando) nos levantan, nos meten en el coche y con sólo 3ºC nos vamos a pasear, qué bien ¿o no?
Total, llegamos al rato a la Porciúncula y empiezo a ver gente en ropa de deporte "¿qué están haciendo estos chalados a las 9 de la mañana de un domingo frío y lluvioso? ¿no irán a hacer lo que pienso que van a hacer?"
Pues sí, estabamos allí para correr un canicross. Yo entre la alegría y la pereza.
Después de un buen rato, sobre las 11:30 dieron la salida al II Canicross La Porciúncula, sobre un recorrido de cross de 5,5 km. Este año se añade el aliciente del barro, charcos y que empezaría a llover cuando llevabamos 2 km.
Foto de la salida, como siempre, con todo lo que da la máquina
La carrera fue dura, fría y mojada, pero tuvo su "aquel". Cuando ya estaba llena de barro y Biel con barro de rodillas para abajo y con los pies mojados y helados ¿qué mas me daba seguir a tope?
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